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RECUERDOS DEL TIEMPO
Exposición pictórica de Jesús Cuevas

Un intento por atrapar esos
espacios-momentos-sensaciones que el
ser humano ha seleccionado como eternos.

Los recuerdos evocan todo lo humano: cuerpo, mente y espíritu. Estos fragmentos de tiempo: útiles o inútiles, encuentros y desencuentros con fantasmas del ayer, sentimientos encontrados… todos son el resultado de nuestro andar por este mundo, son una síntesis de vida. Nos revelen un pasado placentero o no, estaremos condenados a almacenar recuerdos por el resto de nuestra existencia. Algunos intentamos olvidarlos, expulsarlos de nuestro ser, pero basta una palabra, un objeto, un color o un olor para tenerlos nuevamente en el presente. De ahí que muchos optamos por resignarnos a ellos, los evocamos de vez en cuando –o nos rendimos a sus revelaciones espontáneas-. En este acatamiento a los recuerdos, los gozamos, los sufrimos y, algunas veces, -empeñados en ser los creadores de nuestro universo-, los reconstruimos y enriquecemos para lograr la reconciliación y comunión del presente con el pasado.

La expresión creativa plasmada en los lienzos de Jesús cuevas alude reminiscencias: el reloj, la sopa, la plancha, la sandía… se convierten en símbolos que despiertan los recuerdos, esos fragmentos de vida que la memoria -o mejor dicho, todo nuestro ser- decidió perpetuar a pesar del tiempo. Estos fragmentos encuentran su descanso en los cuadros de Cuevas. Él retoma estos recuerdos del tiempo para desenterrarlos, renovarlos o liberarlos, porque está convencido de que el arte se crea con la esencia de lo humano, con esos espacios-momentos-sensaciones, evocaciones que le dan sentido a la vida. Cuevas se representa a sí mismo como testigo o protagonista de sus recuerdos.

Jesús Cuevas decide plasmarse en sus lienzos como ave, pues, para él, simboliza la libertad creadora, la inocencia de la sensibilidad. Esta ave vuela del presente al pasado; es el testigo que, al recrear sus recuerdos, se transforma a sí mismo. Las metáforas del autor, juegos de imágenes y colores, son una invitación a escenarios del pasado, enhebrados en un presente vivificador.


Ma. Elena Rodríguez Ramírez
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Horas Altas


En esta hora fluvial

hoy no es ayer

y aún parece muy lejos la mañana

Hay un azoro múltiple

extrañeza

de estar aquí de ser

en un ahora tan feroz

que ni siquiera tiene fecha

¿Son las últimas horas de este ayer

o el instante en que se abre

otro mañana?

Se me ha perdido el mundo

y no sé cuándo

comienza el tiempo

de empezar de nuevo

Vamos a ciegas en la oscuridad

Caminamos a oscuras

en el fuego


José Emilio Pacheco